Bravo Murillo 95. Mapa.. Telf: 915 535 153.
Situado casi en la glorieta de Cuatro Caminos, este lugar con toda la tradición de un bar antiguo, barra de metal incluida, nos espera para comer o cenar unos magníficos productos que se pueden ver en su vitrina desde la calle, las ostras, navajas o cigalas nos invitarán a entrar. Cuenta con una plancha justo a la entrada que es la protagonista de la cocina, y que a pesar de su situación no inunda el bar de humo.
Un buen sitio si quieres disfrutar de mariscos, verduras y carne a la plancha, a precio razonable, sin preocuparte mucho por el sitio ni por la bebida.
Bebida.
Este no es el punto fuerte desde luego, cerveza Águila (Amstel) tirada de forma irregular, si consigues que te la pongan en jarrita bien fría y con un poco de esmero puede pasar, no hay refugio en el botellín. Si lo que quieres son vinos el blanco de la casa es un poco duro pero se deja tomar, mientras que el tinto ya requiere más esfuerzo. Si vais varios conviene pedir una botella donde ya puedes elegir algo un poco bueno.
En las tapas tampoco esperéis nada, unas patatas fritas a lo sumo y no de las mejores, decididamente si lo que quieres es tomar unas cañas y punto este no es tu sitio.
Comida.
Aquí es donde viene lo bueno, básicamente pescados, mariscos, carne y verdura a la plancha. Platos sin ninguna elaboración, producto puro y bueno, no el mejor que se puede encontrar pero en un buen punto respecto al precio. Destacan las ostras a 12€ la docena, no las más grandes posibles pero buenas, un buen comienzo. Recomendables las parrilladas de verduras, bien variada o los trigueros y cebolletas por raciones sueltas. Tiene una oferta de marisco importante, todo a la plancha, que varía según el día, excelentes carabineros (caros como no puede ser de otra forma), gambas, cigalas, navajas y en ocasiones oricios u otros productos de temporada, en estos últimos, fuera del mar, destacan las setas en su época.
Para continuar la cena también cuentan con brochetas de mero u otros pescados, muy buenas, o con almejas a la marinera con un guiso sobresaliente, calamar o sepia a la plancha, en ocasiones también en brochetas, vamos que hay que echar un vistazo a la vitrina y a lo que hay por la plancha. Mención aparte merece la carne de buey a la plancha, unos 13€ para dos personas y ración que va variando según el número de comensales, muy sabrosa bien quemada por fuera y sangrante por dentro, vamos una maravilla, la pieza la ponen tal cual, cortada pero no separada, así que puedes disfrutar de esa visión, tendrás que quitar un poco de gordo, pero vale la pena.
Servicio y precio.
Depende del día, no es especialmente bueno salvo que te conozca un poco Beni, si es fin de semana está tan lleno que puedes estar una hora para cenar, como detalle odioso, a veces, no tienen tiempo ni de recoger la barra con lo cual si llegas a las 11 la imagen es impactante. Tienen un pequeño comedor y suele ser bueno reservar, aunque lo habitual es cenar en la barra o en las repisas del otro lado, eso sí en ningún caso llegues muy tarde porque a las 11, o muy poco más cierran el acceso aunque si estás dentro te quedes cenando hasta las 12.
No es especialmente caro, salvo que te metas en carabineros, setas o cigalas, con verduras, calamar y carne sin mucha bebida sales por unos 25€, algo razonable para la calidad del producto.